Gracias por llegar hasta aquí. Me presento, soy María, bióloga, profesora de yoga y superviviente de un TCA.
Cuando era bien pequeña, con tan solo 6 años me inicié en el ballet y con ello, mi preocupación por la imagen corporal empezó a aparecer. Recuerdo que me pasé toda la primaria preocupándome por mi peso y comparándome con el resto de niñas de mi clase. En ese momento no le di mucha importancia a esos comportamientos, pero al llegar a la adolescencia empecé a restringir mi alimentación, a aislarme de mi familia y amigos, a sufrir depresión y ansiedad… Todo ello me llevó a estar ingresada por malnutrición y complicaciones ocasionadas por el trastorno alimentario.
Gracias a mi “maldito” perfeccionismo, logré entrar en Biología y estudiar la carrera a trompicones ya que mi mente no estaba bien.
Poco a poco, con la ayuda de psicólogos, psiquiatras y nutricionistas fui avanzando en la recuperación. Recuperé peso pero mi mente seguía estando totalmente absorbida por la voz del trastorno y continuiaba con muchas reglas autoimpuestas.
Hace 6 años, mi madre que llevaba tiempo practicando yoga, me ofreció ir con ella a una sesión. Al principio tengo que reconocer que sentí cierta incomodidad, no únicamente con mi cuerpo sino también con mi mente ya que era incapaz de concentrarse ni seguir. Pero a medida que avanzaban las clases iba notando como el yoga me estaba ayudando a mejorar en la enfermedad. Poco a poco fui cultivando la aceptación, la confianza, la atención, la consciencia… y entendí las necesidades de mi cuerpo y los patrones de mi mente.
Tras varios años de práctica, decidí formarme como profesora de yoga.
Siento que si hoy estoy aquí compartiendo estas palabras con todas vosotras, es gracias al yoga. Sé por experiencia propia que una persona que ha pasado por un TCA no puede practicar el yoga de la misma manera que una persona que no padece ninguna enfermedad mental. La mente va muy deprisa y el yoga tiene también sus sombras, por ese motivo, hay que saber detectarlas para poder obtener todos sus beneficios.
Por ese motivo me especialicé en Yoga para Trastornos Alimentarios y Yoga Sensible al Trauma realizando varios cursos una escuela de Estados Unidos y desarrollé mi propio método para apoyar y guiar a las personas que los sufren en su camino hacia su recuperación.
El trabajo de la mente es esencial para tener bienestar. Pero, tenemos un cuerpo físico conectado a ella de tal manera que y no concibo contemplar una recuperación completa sin reconectar la mente y el cuerpo. Hay que trabajar las dos partes para sentirnos seguras en ambos.
Maitri flow es un espacio libre de juicios, totalmente inclusivo, en el cual se trabaja el cultivo del verdadero amor propio.
Ramiro Calle
Si quieres saber más sobre mí y sobre el proyecto, puedes leerme en Instagram @maitriflow, donde divulgo acerca de los beneficios del yoga en el tratamiento de los TCA, el autocuidado, la aceptación corporal y el movimiento.